Solo en Pirque, casi 70 personas han perdido la vida producto de esta enfermedad llamada coronavirus que vino a cambiar la forma en que vivíamos, pensábamos el mundo y nuestra sociedad, que trajo algunos avances a tropezones y luego a todo galope en la educación, formas de interacción entre los ciudadanos, el comercio, la salud, etc, eso si, que con un alto costo de sociabilización para nuestros hijos, y un retraso escolar que tendrá que ser paleado en los años venideros.
Un diez por ciento de la población estimada ha enfermado de covid 19 en nuestra comuna. En el primer “máximo” de las cifras de infección tuvimos que estar afecto a largos controles de barreras sanitarias (la cuarentena llego bastante después a la comuna) lo que significo un cambio en los hábitos de compra, surgió con fuerza los “emprendimientos locales”, la venta a domicilio, innumerables grupos de ventas, y la feria de abastos gano mucho publico.
Pirque supo adaptarse a la realidad nacional, vinieron las ayudas, primero las cajas, después los bonos y los retiros de las afp. Llegó el tiempo de remodelar nuestros hogares y darnos algunos gustitos, sin embargo la falta de cadenas de abastecimiento, y la libertad de precios hicieron esto último difícil con la duplicación de precios en materiales de construcción y la escases de estos, a lo cual se sumó la falta de mano de obra, ya sea por temor a enfermarse, o por las ayudas fiscales que existieron, o por cambio de rubro ocupacional.
Aun así. un grupo de trabajadores, no pudo detener funciones ni un día, a pesar de los salvoconductos y permisos especiales. Simplemente hay vidas que sostener y no se podía dejar de trabajar.
Y en este recuento no olvidemos a los trabajadores de la Salud, profesores, recolectores de basura, y un sin numero de otras actividades primordiales, que sin ellos hubiese sido imposible sobrellevar este tiempo.
Hoy es extraño que no nos sorprendamos cuando hay mas de 20.000 nuevos enfermos diarios, y las cifras de fallecidos rondan el centenar por muchos días, aun asi hoy estamos en fase 4, casi sin restricciones de aforo.
Son 43.000 los que ya no están con nosotros, de todas las edades.
Esperamos que en este retorno a la normalidad iniciado ayer, después de dos años, nos permita recuperar lo perdido, aprender de lo nuevo y por sobre todo no perder mas vidas.
Las Mascarillas y protocolos sanitarios, los salvoconductos y después los pases de movilidad pasaron a ser una estampa de nuestras vidas en los últimos dos años.